La investigación, dirigida por la doctora Filipa Godoy -quien dirige el Departamento de Microbiología y el laboratorio de Microbiomas- sugiere que la composición de la microbiota en esta región del cuerpo está estrechamente relacionada con el riesgo de desarrollar lesiones cervicales y resalta la importancia de entender este factor en el contexto de la salud de las mujeres boricuas.
El estudio, publicado en una prestigiosa revista en el área de las ciencias microbianas, “mSystems” de la American Society for Microbiology (ASM), reunió a un grupo diverso de 294 mujeres, incluyendo aquellas en edad reproductiva no embarazadas, mujeres embarazadas y mujeres posmenopáusicas. Utilizando técnicas de secuenciación de amplicones del gen 16S ribosomal, el equipo caracterizó la microbiota cervicovaginal y la relacionó con la presencia de infección por el virus del papiloma humano (VPH) y el desarrollo de lesiones cervicales.
“Este estudio es un paso importante hacia la comprensión de los factores microbianos que podrían contribuir al riesgo de cáncer cervical en mujeres puertorriqueñas”, destacó la Dra. Filipa Godoy, catedrática de la Escuela de Medicina de la UPR. “Nuestros hallazgos sugieren que la composición de la microbiota cervicovaginal podría estar relacionada con la probabilidad de desarrollar lesiones cervicales, independientemente de la presencia de infección por VPH. Esto porque las mujeres asintomáticas y sin infecciones por HPV también tienen una comunidad microbiana de baja protección, con bajos niveles de Lactobacillus, las bacterias que dan protección a la barrera vaginal”.
Los resultados revelaron que la diversidad de la microbiota en la vagina es muy alta y la abundancia de ciertas bacterias como las que causan vaginosis, estaban asociadas con diferencias en la enfermedad cervical. Además, se observó que las mujeres embarazadas en su segundo y tercer trimestre exhibían cambios en la microbiota, con disminución de la diversidad y aumento en bacterias protectoras, en preparación para el parto. Las mujeres en la etapa de menopausia mostraron una diversidad microbiana sin precedentes y una mayor proporción de bacterias anaeróbicas en comparación con las mujeres en edad reproductiva.
El equipo también señaló la presencia alarmante de tipos de VPH de alto riesgo (VPH-HR) en el grupo de estudio, algunos de los cuales no están cubiertos por las vacunas actuales. “Estos resultados subrayan la necesidad de seguir vacunando, de educar sobre la salud vaginal y microbiana a las mujeres desde una etapa temprana y continuar investigando las interacciones complejas entre la microbiota, el VPH y el riesgo de cáncer cervical”, agregó la Dra. Godoy.
El estudio destaca la importancia de abordar la salud cervical desde una perspectiva holística, considerando tanto los factores microbiológicos como los médicos. La líder clínica del proyecto, la Dra Josefina Romaguera, Catedrática de Ob-Gyn del Recinto de Ciencias Médicas es parte del equipo que ofrece también servicios de prevención de la salud de la mujer. Los investigadores continúan su trabajo siguiendo un grupo de mujeres en el tiempo, para entender el rol de la microbiota en persistencia de las infecciones virales y desarrollo de cáncer, con la esperanza de proporcionar información valiosa para la prevención y el tratamiento del cáncer cervical en Puerto Rico.