El Liverpool exigió este lunes una disculpa de la ministra de Deportes de Francia, Amélie Oudéa-Castéra, quien responsabilizó de los disturbios producidos durante la final de la Liga de Campeones a los hinchas del club que intentaron ingresar al Stade de France de Saint Denis (París) “sin entradas” o con falsificaciones.
“Estamos increíblemente sorprendidos de que alguien en esa posición haga comentarios en este momento, cuando no hemos tenido el tiempo suficiente para comprender lo que sucedió. No ha habido una investigación independiente para establecer todos los hechos”, manifestó el director ejecutivo del Liverpool, Billy Hogan. “Hacer comentarios en esta etapa, antes de que se inicie cualquier investigación, es completamente inapropiado“, criticó.
Ante las declaraciones de la ministra, que acusó al club de dejar a sus hinchas “sueltos” en los incidentes, Hogan aseveró que “todos deberían concentrarse más en hacer bien la investigación y menos en hacer comentarios incendiarios que intentan desviar la responsabilidad de lo que sucedió el sábado por la noche”. Asimismo, sostuvo que los fanáticos del club “se acercaron al estadio tal y como se les indicó”, siguiendo los lineamientos de la UEFA, pero experimentaron problemas cuando llegaron al lugar.
“Creo que es importante que la gente sepa que nuestro presidente, Tom Werner, envió una carta a la ministra francesa para expresar nuestros puntos de vista y exigir una disculpa a nuestros fanáticos por esos comentarios”, remarcó.
Por su parte, el ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, declaró que los problemas de seguridad que se produjeron alrededor del estadio son consecuencia de “un fraude masivo” en la compra de entradas y que el 70 % de estas eran falsas.
En tanto, la líder ultraderechista francesa Marine Le Pen expresó su “sentimiento de humillación”, al asegurar que están siendo observados por todo el mundo y “todas las capitales que han visto esto han constatado que Francia ya no es capaz de organizar grandes manifestaciones sin que degeneren”. Asimismo, afirmó que es “extremadamente preocupante” que lo ocurrido tenga lugar a dos años de los Juegos Olímpicos de París.
