La caldera del supervolcán del Parque Nacional de Yellowstone, en Wyoming (EE.UU.), que entrara en erupción por última vez hace más de 64.000 años, podría contener niveles de magma considerable mayores de los que se sospechaba, de acuerdo a un reporte de investigación publicado en la revista Science.
Durante el estudio, los científicos realizaron una tomografía sísmica para cartografiar la velocidad de las ondas sísmicas de la corteza de Yellowstone. Como resultado, lograron crear un modelo en 3D de la distribución del material de roca fundida en la caldera y la etapa actual del ciclo de vida del supervolcán.
Con este modelo, los académicos pudieron determinar que existe una cantidad considerablemente mayor de material fundido en la caldera de lo que se sospechaba, y que entre el 15 % y el 20 % de este material se encuentra en el rango de profundidad en que se originaron las supererupciones anteriores.
Los autores detallan que la cantidad de material fundido está muy por debajo de los niveles necesarios para desencadenar una erupción masiva en un futuro próximo, pero no obstante advirtieron que es importante monitorear el volcán constantemente, ya que esta situación podría cambiar sin previo aviso.