Unos 98 millones de estadounidenses, el 38 % de la población adulta del país norteamericano, han reducido sus gastos diarios para poder pagarse la atención médica, según los resultados publicados este jueves de una encuesta realizada conjuntamente por la familia de organizaciones sin fines de lucro West Health y la empresa de análisis y asesoría Gallup.
El texto indica que en los últimos seis meses ese porcentaje de la población retrasó u omitió algún tratamiento, redujo su tiempo de conducción, disminuyó sus gastos en servicios públicos y alimentos o pidió prestado dinero para pagar las facturas médicas.
La encuesta se hizo en junio de 2022, mes en que la tasa de inflación general alcanzó el 9,1 %, un nuevo máximo de las últimas cuatro décadas en EE.UU. De hecho, este cambio en el comportamiento de los ciudadanos se debe, en parte, al aumento de los precios en el sector médico.
El porcentaje de personas que actuó así fue mayor en las familias de bajos ingresos, ya que más de la mitad de los hogares que ganan menos de 48.000 dólares al año redujeron sus gastos. Asimismo, el 20 % de las familias que ingresan más de 180.000 dólares anuales también se vio obligado a proceder de este modo.
Poca confianza en los gobernantes
“La gente ha estado haciendo concesiones para pagar por la atención médica durante años. La inflación solo ha empeorado las cosas, ya que la gente ahora también está luchando con el alto precio del gas, los alimentos y la electricidad”, explicó Timothy A. Lash, presidente de West Health.
En este sentido, señaló que la diferencia entre la situación anterior y la actual es que ahora el Congreso tiene el poder de reducir los precios de la atención médica, particularmente para los medicamentos recetados. “La legislación está sobre la mesa”, subrayó.
La encuesta también revela que tres de cada cinco adultos estadounidenses (el 59 %) “no confían en absoluto” en sus representantes electos en el Congreso o en su propio gobierno estatal para tomar medidas que frenen el aumento de los costos de atención médica en los próximos meses, mientras que un 35 % “no confía demasiado”.