La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja (atrofia) y que las neuronas cerebrales mueran, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
De hecho, la enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia, que según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos, la demencia es la pérdida del funcionamiento cognitivo (pensar, recordar y razonar) y de las habilidades de comportamiento hasta tal punto que interfiere en las actividades y la vida diaria.
Así las cosas, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) revelaron que los diez signos que anuncian que una persona desarrollará el Alzheimer:
1. Pérdida de la memoria que afecta la vida diaria: olvidarse de eventos, repetir lo que se dice o depender de más apoyos que lo ayuden a recordar (como notas adhesivas o recordatorios).
2. Dificultad para planificar o para resolver problemas: tener dificultad para pagar las facturas o cocinar recetas que ha usado por años.
3. Dificultad para completar tareas que le sean familiares en la casa, el trabajo o durante el tiempo libre: tener dificultades para cocinar, conducir, usar el teléfono celular o hacer las compras.
4. Confusión con las horas, fechas o lugares: tener dificultad para comprender un evento que sucederá más tarde o perder la noción de las fechas.
5. Problema para entender imágenes visuales y relaciones espaciales: tener más dificultad con el equilibrio o al juzgar distancias, tropezarse con cosas en la casa, o derramar o dejar caer cosas con mayor frecuencia.
6. Nuevos problemas con palabras al hablar o escribir: tener dificultad para seguir o participar en una conversación, o para encontrar una palabra que está buscando (decir “esa cosa en tu muñeca que dice la hora”, en lugar de “reloj”).
7. Colocar cosas en el lugar equivocado y perder la habilidad de volver sobre los pasos: colocar las llaves del auto en la máquina de lavar o de secar, o no ser capaz de volver sobre los pasos para encontrar algo.
8. Disminución o falta de criterio: ser víctima de una estafa, no manejar bien el dinero, prestar menos atención a la higiene o tener dificultad para cuidar a una mascota.
9. Abandonar las actividades laborales o sociales: no querer ir a la iglesia o a otras actividades que usualmente realiza, no ser capaz de seguir los partidos de fútbol o estar al tanto de lo que está pasando.
10. Cambios en el estado de ánimo y la personalidad: enojarse fácilmente en situaciones comunes, o sentir miedo o sospechas.
No obstante, es importante señalar que de acuerdo con la entidad sin ánimo de lucro, la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad que no se puede prevenir, pero se puede modificar un número de factores de riesgo en nuestro estilo de vida para la enfermedad de Alzheimer como:
- Hacer ejercicio en forma regular. Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- Llevar una alimentación de productos frescos, aceites saludables y alimentos bajos en grasas saturadas, como la dieta mediterránea, pero antes de empezar con alguna dieta se debe consultar a un experto de la salud para que este sea quien guíe e indique qué es lo más indicado para cada persona.
- Seguir las pautas de tratamiento para controlar la presión arterial alta, la diabetes y el colesterol alto.
- Dejar de fumar, si se hace.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.