“El sufrimiento y el desplazamiento continúan y pocos sirios regresan a sus comunidades; la crisis económica continúa; la violencia también continúa, con el riesgo constante de una escalada, incluso en lo que parece un estancamiento militar. Desgraciadamente, los sirios necesitan con apremio más apoyo que nunca”, afirmó este martes el enviado especial para Siria durante la Conferencia para ese país que se celebra en Bruselas.
Geir Pedersen participó en el evento de dos días organizado por la Unión Europea con el fin de recaudar los fondos necesarios para asistir al pueblo sirio en sus necesidades más urgentes. A diferencia de otros años, la ONU participó pero no copatrocinó la conferencia debido a la oposición de la Unión Europea a que participara Rusia, un Estado miembro de las Naciones Unidas y actor fundamental en la búsqueda de una solución al conflicto sirio.
En la jornada de cierre del cónclave, el enviado recordó que sus predecesores y él han abogado repetidamente por un alto el fuego y por una solución política que aborde las aspiraciones legítimas de todos los sirios y que respete la soberanía, unidad, independencia e integridad territorial de siria.
“Pero seré franco: estamos muy lejos de una solución política”, lamentó Pedersen.
Crisis internacional fuera del primer plano
El diplomático hizo hincapié en que la de Siria sigue siendo una crisis de carácter internacional que requiere atención global pero que ha pasado a segundo plano frente a la guerra en Ucrania, dificultando así la búsqueda de la paz y aumentando el sufrimiento de los sirios.
Según los datos de la ONU, más del 90% de los sirios vive en la pobreza. La violencia de género y los riesgos para los niños van en aumento. La exposición a artefactos explosivos sigue siendo alta. La inseguridad alimentaria ha alcanzado nuevos récords con doce millones de personas pasando hambre.
Además, casi la mitad de los niños no va a la escuela y es vulnerable al trabajo infantil, el matrimonio precoz y forzado, la trata y el reclutamiento por parte de actores armados.
La Oficina para de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) da cuenta de 26,5 millones de personas que precisan ayuda humanitaria: 14,6 millones en Siria -1,2 millones más que en 2021-, y doce millones en los países de la región que los acogen, incluidos los 5,6 millones de refugiados.
También hace falta inversión para la reconstrucción
En una declaración conjunta para la Conferencia, el titular de OCHA, Martin Griffiths; el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi; y el administrador del Programa para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner, destacaron que, además de la asistencia humanitaria, se requieren inversiones en recuperación temprana para reconstruir el país.
“Invertir en las comunidades, incluidos los medios de vida sostenibles, y mejorar el acceso seguro a los servicios básicos, apoyará la resiliencia socioeconómica y la cohesión social y dará a los sirios la oportunidad de vivir con dignidad y asegurar un futuro para sus hijos”, aseguraron los tres altos funcionarios.
Las agencias reportaron que las necesidades han aumentado desde 2020 hasta llegar actualmente a su punto más alto desde el inicio del conflicto.
Refugiados y comunidades de acogida
Turquía, Líbano, Jordania, Iraq y Egipto, acogen a la mayor parte de los refugiados sirios con una gran presión sobre las comunidades que los han recibido y que ahora también necesitan asistencia humanitaria.
Los organismos cifran en 20 millones el total de personas, sirios y nacionales de los países donde viven. En 2021 ese número era de 10,4 millones.
Al presentar su llamamiento humanitario, la ONU explicó que los recursos se destinarían directamente a unos doce millones de personas necesitadas.
El llamamiento
La respuesta coordinada de la ONU a la crisis de Siria en 2022 requiere un total de 10.500 millones de dólares: 4400 millones para las operaciones en Siria y 6100 para los refugiados y las comunidades de acogida en los países de la región. Hasta el momento, los fondos recibidos alcanzan apenas el 8% y el 11%, respectivamente.
“Nuestro principal mensaje hoy es: no es el momento de alejarse de los sirios haciendo de ellos una crisis olvidada”, enfatizaron, recalcando que la apatía no es una opción.
Añadieron que si bien la solución a la crisis deberá ser política, el pueblo de Siria, los refugiados y los países de acogida vecinos, merecen la solidaridad y el apoyo internacionales continuos.
“Millones en Siria y la región necesitan nuestra ayuda, más que nunca”, puntualizaron.