Una niña de cinco años ha muerto este martes y su hermano se encuentra en el hospital después de que un agujero que estaban cavando en la playa de Lauderdale-by-the-Sea, en el estado de Florida (EE.UU.), se derrumbara sobre ellos dejándolos atrapados bajo la arena, informa NBC6.
Socorristas y paramédicos llegaron al lugar y, junto con un grupo de personas, intentaron sacar a los niños. Sandra King, portavoz de los bomberos de Pompano Beach, detalló que los rescatistas utilizaron tablas de apoyo para evitar que la arena se derrumbara aún más. El agujero en el que se encontraban los menores tenía entre 1,5 y 2 metros de profundidad.
La vocera comunicó que el niño de siete años estaba atrapado hasta el pecho en la arena, mientras que su hermana estaba completamente enterrada. No se sabe cuanto tiempo estuvieron sepultados.
Cuando desenterraron a la niña, no respiraba, pero los médicos trataron de reanimarla y la llevaron de urgencia a un centro médico cercano, donde se confirmó su deceso. “Le estuvimos practicando técnicas de reanimación para tratar de devolverle el pulso, pero nunca lo recuperó y fue declarada muerta en el hospital“, explicó King. El niño también fue hospitalizado y actualmente se encuentra en estado estable. Las autoridades investigan el incidente.
No es la primera vez que niños quedan atrapados bajo la arena de un agujero cavado por su propia cuenta. Expertos advierten que ese tipo de hoyos representan un peligro inusual y subestimado. “Normalmente las víctimas quedaron completamente sumergidas en la arena cuando las paredes del agujero se derrumbaron de manera inesperada, sin dejar prácticamente ninguna evidencia del agujero o de la ubicación de la víctima. El colapso se desencadenó inadvertidamente por diversas circunstancias, como cavar, hacer un túnel, saltar o caer en el agujero”, señala un estudio publicado en 2007 en New England Journal of Medicine.