El comité de expertos en derechos de las mujeres destacó este viernes que Estados Unidos es uno de los únicos siete países del mundo que no es parte de la convención internacional que protege las garantías fundamentales de las mujeres, incluida la de la salud sexual y reproductiva.
“El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) insta a Estados Unidos a adherirse a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer a fin de respetar, proteger, cumplir y promover los derechos humanos de las mujeres y las niñas”, apuntó el grupo de expertos un comunicado.
El CEDAW señaló que si bien Estados Unidos firmó ese instrumento en 1980, aún no lo ha ratificado.
Un duro golpe a los derechos de las mujeres
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se ha referido a la decisión de hace una semana de la Corte Suprema estadounidense de derogar el acceso legal al aborto como “un duro golpe para las garantías fundamentales de las mujeres y la igualdad de género”.
El Comité reiteró una vez más su llamado a los Estados parte a que eliminen las medidas punitivas para las mujeres que se someten a un aborto y a que lo legalicen, al menos en casos de violación, incesto, amenazas a la vida o la salud de la mujer embarazada, y en situaciones de discapacidad fetal grave.
“Con 189 Estados parte, la Convención del CEDAW es el único tratado casi universal que protege integralmente los derechos humanos de las mujeres, incluidos sus derechos a la salud sexual y reproductiva”, apuntó el Comité.
El panel designado por la ONU llamó la atención específicamente sobre el artículo 16 de la Convención, que “protege los derechos de las mujeres a decidir libre y responsablemente sobre el número y el espaciamiento de sus hijos”, y agregó que el aborto inseguro es una de las principales causas de mortalidad materna.
También explicó que, según el artículo 12 del instrumento, el derecho a la salud incluye la autonomía corporal y abarca las libertades sexuales y reproductivas de las mujeres y las niñas.
Decidir sobre su cuerpo
El acceso al aborto seguro y legal y a una atención postaborto de calidad, especialmente en casos de complicaciones derivadas de abortos inseguros, contribuye a reducir las tasas de mortalidad materna, a prevenir embarazos adolescentes y no deseados, y a garantizar el derecho de las mujeres a decidir libremente sobre su cuerpo.
El Comité ha enfatizado repetidamente que negar el acceso al aborto seguro y legal es “una restricción grave a la capacidad de las mujeres para ejercer su libertad reproductiva”, y que “obligar a las mujeres a llevar un embarazo a término implica sufrimiento mental y físico equivalente a violencia de género contra mujeres y, en determinadas circunstancias, a torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, en violación de la Convención del CEDAW”.
El Comité reiteró su compromiso de defender los derechos humanos de las mujeres y las niñas en todo el mundo y afirmó que “no se rendirá frente este mandato, especialmente en lo que toca al acceso al aborto seguro y legal para todas las mujeres”.