Uno de los deportes que más ha crecido como terapia para pacientes con Parkinson, llamativamente es el boxeo, pese a ser una de las disciplinas más complejas y de alto impacto en el sistema nervioso central.
Sin embargo, la doctora Marcela Alvarado Morales, neuróloga del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas del Ministerio de Salud de Perú y especialista del Departamento de enfermedades Neurodegenerativas y Movimientos Anormales, explicó que “el boxeo sin contacto es una de las actividades físicas que ayudan notablemente en el tratamiento de los pacientes con Parkinson en etapa temprana”.
Durante una entrevista ofrecida a Infobae, apuntó que el boxeo “enseña a los pacientes a que disminuyan las caídas y coordinen mejor los movimientos e incluso les enseñan a cómo caer”.
“El boxeo ayuda a los pacientes a no tener temor al momento de caminar e incluso, sepan cómo caer y evitar lastimarse”, recalcó la experta peruana.
Asimismo, destacó que lo ideal es “practicar este deporte lo más temprano posible, apenas se hace el diagnóstico, ya que el paciente todavía puede sostenerse y mantenerse en pie”.
“La actividad física en el paciente con Parkinson representa el 50 % del tratamiento. Los medicamentos representan el otro 50 % y ayudan, pero la actividad física bien hecha y el boxeo se considera que ayuda a la parte motora, porque mejora los movimientos, ayuda a que el paciente esté en constante alerta, a que tenga reflejos para evitar caídas, mejora la marcha y les ayuda a estar con la mente despierta y alertas para evitar los golpes que dan durante sus entrenamientos”, subrayó.
LA CLAVE DE EJERCITARSE TEMPRANO
“La enfermedad de Parkinson es, básicamente, una patología neurológica degenerativa que compromete la motricidad. Los pacientes tienen movilidad lenta, dan pasos cortos, están rígidos, tiemblan, padecen problemas de equilibrio, caminan como cayéndose para adelante y su postura es en flexión, como la de un esquiador”, explicó al mencionado medio de comunicación Alejandro Andersson, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INEBA).
En tanto, Marilyn Moffat, terapeuta física y docente en la Universidad de Nueva York, también coincidió que: “Cuanto más pronto comiencen a ejercitarse las personas después de recibir un diagnóstico de Parkinson, y cuanto más alta sea la intensidad de ejercicio que alcancen, mejor estarán”.