Un estudio publicado este martes por Peter y Susanne Ditlevsen, de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), pronostica que la Corriente de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés) podría colapsar a mediados del presente siglo, o incluso en el 2025. De afectarse irreversiblemente este sistema, que regula el clima en el planeta, las consecuencias serían catastróficas.
¿En qué consiste la circulación de vuelco meridional del Atlántico?
La AMOC integra las corrientes superficiales y profundas del Atlántico. Se caracteriza por un flujo desde los trópicos hacia el norte de agua cálida y salada en las capas superiores del océano, y un flujo hacia el sur de aguas más frías y profundas. El sistema funciona como una cinta transportadora global.
Colapso inminente
La nueva investigación vaticina que el cierre definitivo de este crucial elemento podría ocurrir en unas pocas décadas (entre 2025 y 2095), mucho antes de lo que se creía. Estas nuevas estimaciones contradicen las del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU, que en su informe más reciente del 2019 predijo que la AMOC se debilitaría durante este siglo, pero que su colapso total antes del 2100 era poco probable.
¿Cuáles serían las consecuencias?
La paralización abrupta de este sistema de corrientes marinas marcaría un importante “punto de inflexión”, pues se traspasarían umbrales críticos en el sistema climático de la Tierra que marcarán el comienzo de cambios muy severos. Estudios recientes, basados modelos climáticos, indican que una desaceleración y posterior detención de este sistema transformaría en gran medida el clima de la Tierra, al acumular una “enorme cantidad de calor al sur del ecuador”.
Este hecho podría desencadenar un enfriamiento extremo en partes del hemisferio norte. Los patrones de lluvia en todo el mundo se interrumpirían y aumentarían las grandes inundaciones y tormentas, lo que provocaría un mayor aumento del nivel del mar en la cuenca del Atlántico Norte, entre otros efectos globales.
¿Qué dice la comunidad científica?
Aunque la comunidad científica internacional en general apoya las conclusiones del estudio, una buena parte cuestiona los métodos empleados para obtener los resultados y la falta de evidencia empírica en algunos casos. Stefan Rahmstorf, de la Universidad de Potsdam (Alemania), señaló que “todavía existe una gran incertidumbre sobre dónde está el punto de inflexión de la AMOC, pero el nuevo estudio se suma a la evidencia de que está mucho más cerca de lo que pensábamos hace solo unos años”.