El condado de Montgomery (Maryland, EE.UU.) pagó en agosto 275.000 dólares a la familia de un niño de 5 años que fue detenido por policías locales y llevado por la fuerza al jardín de infantes del que había huido. El pago se realizó tras un acuerdo entre las partes involucradas en el marco de la demanda presentada por la madre del menor, Shanta Grant.
El incidente ocurrió el 14 de enero de 2020, cuando el personal de la escuela primaria East Silver Spring alertó a la Policía, y los oficiales, en cuestión de minutos, encontraron al niño deambulando por una de las calles. Uno de los agentes enseguida empezó a hablarle bruscamente, prácticamente a gritos, y al agarrarlo de la muñeca para meterlo en el coche policial, el menor gritó: “No quiero ir”.
La actuación de los agentes quedó grabada por sus cámaras corporales. Se podía ver cómo el niño estaba llorando y tosiendo durante la mayor parte del video de 51 minutos de duración, mientras esperaba que lo recogiera su madre. Los agentes le dijeron que debía ser golpeado y como no paraba de llorar, en un momento la agente Dionne Holliday se puso a gritarle en la cara, lo que tampoco lo tranquilizó.
Ya en presencia de la madre, su colega esposó una de las muñecas del menor, en un aparente intento de darle una lección. “Esto es para la gente que no quiere escuchar y no sabe cómo actuar”, le dijo el agente Kevin Christmon. “Si alguien te dice que te sientes y te calles, cualquier adulto, más te vale sentarte y callarte”, agregó.
En respuesta a lo sucedido, la madre del menor presentó una demanda contra los policías, procurando obtener compensaciones y obligar a los agentes del condado a recibir entrenamiento adecuado. Entre otras cosas, afirmó que el comportamiento de los uniformados dejó a su hijo con un trastorno de estrés postraumático.
“No saber cómo hablar y tratar a un niño pequeño, un niño de 5 años con el que te encuentras y que obviamente tiene un mal día, y tratarlo como si acabara de distribuir narcóticos con un arma de fuego, simplemente no hay excusa por eso”, dijo James Papirmeister, uno de los abogados de Grant.
Ahora que las partes han llegado a un acuerdo, la madre del niño se mostró contenta con los resultados y se alegra de dejar atrás este litigio, comentó Papirmeister a The Washington Post. “Su hijo tendrá dinero guardado para su futuro y ella no tendrá que pasar por un proceso difícil y a veces doloroso”, agregó.