Varios gigantes bancarios de Wall Street están limitando o prohibiendo el uso de ChatGPT entre sus empleados bajo la premisa de que el popular ‘chatbot’ de inteligencia artificial (IA) podría arrojar información o respuestas erróneas en el ámbito de los mercados y las comunicaciones comerciales.
A comienzos de esta semana se supo que JPMorgan, uno de los mayores bancos de EE.UU., restringió el uso del modelo de lenguaje, aunque no lo hizo debido a ningún incidente en particular. Entretanto, Bank of America decidió prohibir su implementación a nivel comercial, mientras que Deutsche Bank deshabilitó el acceso al mismo a su personal.
En paralelo, Citigroup bloqueó el acceso a ChatGPT en el marco de las restricciones automáticas que imponen la entidad en torno a ‘software’ de terceros, explicó una persona familiarizada con el asunto. Otra fuente reveló una situación similar en el grupo de banca Goldman Sachs. “Estamos imponiendo límites de uso en ChatGPT, mientras continuamos evaluando formas seguras y efectivas de usar tecnologías como estas”, confirmó un portavoz de la multinacional financiera Wells Fargo.
ChatGPT: útil pero no indispensable
De acuerdo con un informe este viernes de Bloomberg, los empleados de entidades como JPMorgan Chase & Co., Bank of America Corp. y Citigroup Inc. han estado usando la herramienta para optimizar sus tareas cotidianas y ahorrar tiempo. No obstante, en correos electrónicos, investigaciones, compilaciones de ganancias e informes de rutina que ha generado el ‘chatbot’ se han detectado imprecisiones y datos desactualizados, entre otros errores.
Oded Netzer, profesor de la escuela de negocios de la Universidad de Columbia, en Nueva York, afirma que, si bien ChatGPT “puede ahorrar tiempo”, su mayor desventaja es que no se sabe si todo lo que produce “es cierto”. En su opinión, la herramienta puede ser vista en el ambiente laboral como un colega “inteligente” para mejorar y revisar trabajos.
Por otro lado, Larry Tabb, analista de Bloomberg Intelligence, cree que las IA sí podrían llegar a reemplazar a las personas a medida que continúen mejorando. Sin embargo, no confía en que sistemas como ChatGPT se conviertan en los encargados de tomar decisiones comerciales, aunque la última palabra la tienen organismos regulatorios como la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (la Sec).
“Cuando la Sec llame a la puerta y les pregunte por qué se ejecutó una u otra transacción, deben tener una mejor respuesta que: ‘Bueno, la máquina me lo dijo'”, afirma Tabb.
¿ChatGPT en Wall Street?
Aunque este nuevo modelo de IA sí puede llegar a ser de ayuda para los bancos para automatizar algunas de sus áreas, la principal dificultad es su problema con las matemáticas, principalmente en el ámbito de las ganancias corporativas. Una prueba con 1.000 problemas matemáticos al ChatGPT, realizada por un profesor de la Universidad Estatal de Arizona a principios de enero, arrojó una puntuación inferior al 60 %.
Algunos de los gigantes financieros antes mencionados no están del todo en desacuerdo con el uso prolongado de la inteligencia artificial y el aprendizaje automatizado en general. Por ejemplo, Citigroup ha estado utilizando la tecnología de procesamiento de lenguaje natural y aprendizaje automático de IBM para mejorar sus revisiones, y Goldman Sachs promociona este tipo de recursos para ayudar a los clientes con operaciones de cobertura. Asimismo, JPMorgan halló que más de la mitad de los comerciantes de Wall Street piensan que estas tecnologías serán protagonistas en el futuro.
De cualquier modo, los bancos coinciden en que ChatGPT todavía está muy lejos de tener un impacto significativo en los mercados financieros actuales.