Astrofísicos del Laboratorio de Física de Plasma de Princeton, EE.UU., han avanzado en el análisis sobre cómo usar ondas del espacio-tiempo, conocidas como ondas gravitacionales, para mirar hacia atrás, hasta el inicio de los tiempos. Los investigadores dicen que podrán comprender mejor el estado del cosmos poco después del Big Bang al aprender cómo estas ondas en el tejido del universo fluyen a través de los planetas y el gas entre las galaxias, comunicaron el pasado viernes.
“No podemos ver el universo primitivo directamente, pero tal vez podamos verlo indirectamente si observamos cómo las ondas gravitacionales de esa época afectaron la materia y la radiación que podemos observar hoy”, dijo Deepen Garg, autor principal del estudio. El proceso de fusión nuclear, que tiene lugar en las estrellas, permite calcular cómo se mueven las ondas electromagnéticas a través del plasma, lo que se asemeja al movimiento de ondas gravitacionales a través de la materia.
Las ondas gravitacionales, que se detectan desde el 2015, son perturbaciones en el espacio-tiempo, que viajan a la velocidad de la luz, provocadas por el movimiento de objetos muy densos. Los científicos crearon fórmulas que, teóricamente, podrían conducir a que las ondas gravitacionales revelen propiedades ocultas sobre los cuerpos celestes. “Básicamente, pusimos la maquinaria de ondas de plasma a trabajar en un problema de ondas gravitacionales“, comentó Garg. Sus resultados fueron publicados, recientemente, en el Journal of Cosmology and Astroparticle Physics.
Mirar atrás en el tiempo
A medida que las ondas fluyen a través de la materia crean luz y sus características dependen de la densidad de la materia. Al analizar esa luz se pueden descubrir propiedades sobre una estrella a millones de años luz de distancia. Esta técnica también podría conducir a descubrimientos sobre la colisión de estrellas de neutrones y agujeros negros. Incluso podrían potencialmente revelar información sobre lo que estaba sucediendo durante el Big Bang y los primeros momentos de nuestro universo.
“Pensé que este sería un proyecto pequeño de seis meses para un estudiante de posgrado que implicaría resolver algo simple”, indicó Ilya Dodin, asesor de Garg. “Pero una vez que comenzamos a profundizar en el tema, nos dimos cuenta de que se entendía muy poco el problema y que podíamos hacer un trabajo teórico muy básico aquí“, agregó.