Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó el pasado viernes sobre el aumento de la incidencia y de muertes por esa enfermedad, incremento que se registra en todo el mundo por primera vez en más de una década.
Si bien en términos geográficos las regiones donde se detectaron más casos de tuberculosis, según los últimos datos disponibles (de 2021), fueron el sureste de Asia (45 %), África (23 %) y Pacífico Occidental (18 %), también se detectaron leves aumentos en el Mediterráneo oriental (8,1 %), las Américas (2,9 %) y la región europea (2,2 %).
Antes de la pandemia del covid-19, Europa experimentó hace tres años el descenso más rápido del mundo en incidencia y mortalidad por tuberculosis, pero en 2021 la mortalidad en la región “aumentó en comparación con 2020, y la curva de incidencia descendente se estancó por primera vez en 20 años“, advirtió la OMS.
En 2021, un total de 28.100 personas murieron por la enfermedad en la región europea, lo que constituyó un aumento de 1,4 % en comparación con 2020, cuando se registraron 27.700 muertes. En otras palabras, en 2021 cada 19 minutos se moría una persona por tuberculosis, tres por cada 100.000 personas.
La OMS vincula esa tendencia con la falta de diagnóstico y tratamiento de la enfermedad por el desvío de la atención sanitaria hacia el covid-19 cuando estalló la pandemia. Dentro de la región europea, la tasa de mortalidad más alta por tuberculosis se observó en Tayikistán, Turkmenistán, Rumanía, Azerbaiyán, Kirguistán y Ucrania.
No obstante, “pese al repunte entre 2020 y 2021, la tasa de incidencia de la tuberculosis en la región europea seguía siendo 25 % más baja en 2021 que en 2015“, destacó la organización en su informe del año pasado.
De hecho, en 2021 fueron la región europea y las Américas las que mostraron una incidencia de tuberculosis considerada por la OMS como “baja”, con menos de 10 casos por cada 100.000 personas al año.