El actor estadounidense Norman Reedus habló recientemente de la conmoción cerebral que sufrió en marzo mientras filmaba la última temporada de la serie ‘The Walking Dead’.
Sin bien los informes en ese entonces hablaban de una lesión simple en la cabeza, el actor, que interpreta a Daryl Dixon, ha revelado ahora que en realidad fue mucho peor. “Fue horrible. Toda esa prueba para mí personalmente fue aterradora. Pensé que iba a morir”, dijo esta semana a la revista Entertainment Weekly.
Tras el accidente, el actor fue visto por un especialista y sometido a toda una serie de pruebas neurológicas. Según cuenta, tenía que agarrarse a las paredes mientras caminada por las habitaciones. Además, su estado se vio complicado por su historial clínico, que incluye una cuenca de titanio en el ojo izquierdo y cuatro tornillos en la nariz. “Sufro de dolores de cabeza porque tengo una cuenca ocular de metal y la luz a veces me afecta de maneras extrañas”, relató.
Reedus confesó que, además de por su propia salud, se sintió muy preocupado por cómo su ausencia en el set afectó a la producción y obligó a posponer parte del rodaje. Sin embargo, pudo reincorporase y completar las grabaciones de la undécima y última temporada de ‘The Walking Dead’, cuyo capítulo final se trasmitirá el próximo 20 de noviembre.