Un grupo de investigadores de instituciones científicas de Tailandia y el Reino Unido reveló que una sustancia química proveniente de la corteza de los árboles se puede emplear para inhibir las bacterias que son resistentes a los antibióticos, informó el pasado miércoles la Universidad de Portsmouth (Reino Unido).
De acuerdo con los responsables de la investigación, publicada en la revista Tropical Medicine and Infectious Disease, se trata de la hidroquinina, la cual es empleada como agente antipalúdico contra la malaria en humanos, enfermedad ocasionada por parásitos zoonóticos como el ‘Plasmodium falciparum’ y ‘Plasmodium knowlesi’.
Descubriendo las características antimicrobianas de la hidroquinina
Anteriormente, se tenían pocas referencias sobre las propiedades de este compuesto orgánico en el ámbito del tratamiento contra infecciones bacterianas que muestran resistencia a múltiples fármacos.
Sin embargo, los científicos descubrieron que la hidroquinina posee características antimicrobianas, tras identificar cambios en la expresión génica (proceso que permite obtener proteínas a partir de genes) de la ‘Pseudomonas aeruginosa’, que es uno de los patógenos multiresistentes oportunistas más comunes y causante de infecciones adquiridas en entornos hospitalarios y públicos.
“Usando experimentos de eliminación de bacterias, descubrimos que la hidroquinina podía eliminar varios microorganismos, incluido el patógeno ‘Pseudomonas aeruginosa’ común, resistente a múltiples fármacos”, comentó el profesor de la Universidad de Portsmouth Rober Baldock, quien señaló que su equipo también descubrió “que uno de los principales mecanismos utilizados por estas bacterias para escapar de la actividad letal del fármaco se reguló con el tratamiento, lo que indica una respuesta sólida de la bacteria”.
“Al estudiar más a fondo este compuesto, nuestra esperanza es que en el futuro pueda ofrecer otra línea de tratamiento para combatir las infecciones bacterianas”, indicó. Asimismo, el investigador de la Universidad de Naresuan (Tailandia), Jirapas Jongjitwimol, precisó que se tiene contemplado “descubrir el objetivo molecular de la hidroquinina”, ya que esto contribuiría a comprender el funcionamiento del “compuesto contra las bacterias patógenas y cómo podría usarse potencialmente en un entorno clínico”.
Por último, los autores del estudio detallaron que la sustancia química “puede inhibir y matar varias cepas de bacterias clínicamente importantes”, como la “‘S. aureus’, ‘E. cloacae’, ‘E. coli’, ‘K. pneumoniae’ y, en particular, ‘P. aeruginosa'”. No obstante, mencionaron que se necesitan más experimentos para conocer el mecanismo de acción de la hidroquinina, así como sus efectos adversos derivados por su uso.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia a los antibióticos está aumentando en grandes niveles en todo el mundo, dado a la aparición y ampliación entre la población de nuevos mecanismos de resistencia. Estas bacterias producen alrededor de 2,8 millones de infecciones y son responsables de 35.000 muertes cada año. En el caso de las infecciones en el torrente sanguíneo causadas por la ‘P. aeruginosa’, estas representan una alta tasa de mortalidad de entre 30 % y el 50 %.