Joseph Blatter, presidente de la FIFA entre 1998 y 2015, ha tildado de “error” la elección de Catar como sede de la Copa Mundial de Fútbol de 2022 durante una entrevista concedida al medio suizo Tages-Anzeiger, que se ha publicado este lunes.
“La elección de Catar fue un error y asumo mi responsabilidad porque yo era el presidente de la FIFA en aquel momento”, declaró. “Catar es un país pequeño. El fútbol y los mundiales son para países grandes”, añadió, en alusión a los posibles problemas técnicos y logísticos que ello podría conllevar.
Asimismo, reveló que el Comité Ejecutivo de la institución había acordado que Rusia organizaría el Mundial de 2018 y EE.UU. el de 2022 argumentando que el hecho de que “los dos rivales políticos” hubieran sido anfitriones de ese evento deportivo uno después del otro “habría sido un gesto de paz”. Otros candidatos eran Japón, Australia y Corea del Sur.
“Una semana antes del congreso de la FIFA en 2010, Michel [Platini] me llamó para contarme que nuestro plan no iba a funcionar”, continuó Blatter. “Acababa de ser invitado por el presidente francés [Nicolas] Sarkozy que, a su vez, había mantenido varios encuentros con el príncipe heredero de Catar”, agregó.
“Es la verdad”
En este sentido, aseguró que los votos de Platini fueron decisivos para elegir al país árabe como sede de la cita mundialista. “Es la verdad. Y, por supuesto que había una cuestión de dinero de por medio. Seis meses después de aquellas reuniones, Catar compró aviones de combate a los franceses por un valor de 14.600 millones de dólares”, detalló.
Por otro lado, Blatter manifestó su satisfacción con el hecho de que, salvo “algunas excepciones”, no haya habido boicots de futbolistas al Mundial. “Con el primer pitido del árbitro ya no hablaremos de todos estos problemas, solo de deporte”, apuntó.
Cuando le preguntaron por su reciente absolución de los cargos de fraude, gestión desleal, abuso de confianza y falsificación documental, que tuvo lugar el pasado mes de julio, dijo que se siente “aliviado”, precisando que siempre supo que era inocente.