El obispo emérito de la ciudad belga de Brujas, Roger Vangheluwe, fue destituido del estado clerical por el papa Francisco 14 años después de que el religioso reconociera que había abusado sexualmente de un sobrino.
La investigación fue impulsada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ante el surgimiento de “nuevos elementos graves” meses atrás, detalló la Nunciatura de Bruselas (Bélgica). Tras escuchar la defensa del religioso de 87 años, la institución “presentó la documentación al Santo Padre, proponiendo la destitución del estado clerical”.
Finalmente, detallan, Francisco “aceptó la petición, ordenando que se impusiera la pena propuesta”, medida “notificada al interesado” el miércoles 20 de marzo.
“Tomando nota de la decisión, [Vangheluwe] pidió que se le permitiera residir en un lugar de retiro, sin más contacto con el mundo exterior, para dedicarse a la oración y a la penitencia”, agrega el texto.
Por último, la Nunciatura añadió que el papa “reitera su cercanía a las víctimas de abusos y su compromiso para que esta lacra sea erradicada de la Iglesia”.
La revelación y el encubrimiento de la Iglesia
El caso que involucró a Vangheluwe se hizo público en 2010 tras la denuncia de abuso sexual presentada por su sobrino que fue admitida por el obispo, quien afirmó que se trató de un “jueguito” sin “sexo violento”.
En un principio, el ex jefe de la Iglesia católica en Bélgica, el cardenal Godfried Danneels, ya fallecido, intentó impedir que la denuncia fuese realizada, pero la víctima grabó la conversación y la entregó a los medios. “Podría ser mejor esperar al próximo año, cuando se retire”, le dijo. “No sé si habrá mucho que ganar haciendo mucho ruido, ni para ti ni para él”, agregó.