Dos equipos internacionales de astrónomos aunaron esfuerzos para explicar lo que denominaron “una forma eficiente de impulsar el nacimiento de estrellas”. Los investigadores encontraron estrellas jóvenes girando en espiral hacia el centro de un cúmulo masivo de estrellas denominado NGC 346, y concluyeron que el brazo exterior de la espiral puede estar alimentando la formación estelar en este enorme vivero mediante “un movimiento de gas y estrellas similar al de un río”. Esto fue lo que contaron en un comunicado el pasado jueves.
Con solo 150 años luz de diámetro, el cúmulo NGC 346, ubicado en la galaxia Pequeña Nube de Magallanes, cuenta con la masa de 50.000 soles. Su forma intrigante y su rápida tasa de formación estelar han desconcertado a los astrónomos por muchos años. Los investigadores querían determinar el movimiento de las estrellas en NGC 346 para desentrañar el comportamiento de este nido estelar.
“Las estrellas son las máquinas que esculpen el Universo. No tendríamos vida sin estrellas y, sin embargo, no entendemos completamente cómo se forman”, explicó la responsable del estudio, Elena Sabbi, del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore, EE.UU. “Queremos determinar qué está regulando el proceso de formación de estrellas, porque estas son las leyes que necesitamos para comprender también lo que vemos en el Universo primitivo”, agregó.
Por un lado, usando la exquisita resolución y alta sensibilidad del Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA, Sabbi y su equipo midieron los cambios en las posiciones de las estrellas durante 11 años. Aunque las estrellas de esta región se desplazaron en ese tiempo alrededor de 320 millones de kilómetros (aproximadamente el doble de la distancia entre la Tierra y el Sol), estos cambios son apenas perceptibles en relación con las distancias astronómicas. Sabbi publicó los resultados de su trabajo este jueves en The Astrophysical Journal.
Por su parte, un segundo equipo, dirigido por Peter Zeidler de la Agencia Espacial Europea, utilizó el instrumento Explorador Espectroscópico de Unidades Múltiples (MUSE, por sus siglas en inglés) del Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral, ubicado en Chile, para medir la velocidad radial, que determina si un objeto se acerca o se aleja de un observador.
“Lo que fue realmente sorprendente es que usamos dos métodos completamente diferentes con diferentes instalaciones, y básicamente llegamos a la misma conclusión de forma independiente”, dijo Zeidler. “Con el Hubble puedes ver las estrellas, pero con MUSE también podemos ver el movimiento del gas en la tercera dimensión, y confirma la teoría de que todo gira en espiral hacia adentro”, agregó Zeidler.
“Una espiral es realmente la forma buena y natural de alimentar la formación estelar desde el exterior hacia el centro del cúmulo”, explicó el científico. “Es la forma más eficiente“, concluyó. Zeidler compartió los resultados de su investigación, también este jueves, en The Astrophysical Journal.