Pese a que sigue disminuyendo el número de escuelas que no disponen de los servicios básicos de agua, saneamiento e higiene, persisten las profundas desigualdades entre países y dentro de ellos, denunciaron este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en su Programa Conjunto de Monitoreo sobre estos servicios.
En un informe, las agencias destacaron que los estudiantes más afectados son los de los países menos adelantados y los que viven en entornos vulnerables. El estudio proporciona nuevos datos e indica que hay pocas escuelas que cuenten con servicios de agua, saneamiento e higiene accesibles para las personas con discapacidad.
Así, el 29% de los centros escolares de todo el mundo carecen de servicios básicos de agua potable, afectando a 546 millones de estudiantes; el 28% de los colegios no disponen de servicios básicos de saneamiento, impactando a 539 millones de alumnos; y el 42% no cuentan con servicios básicos de higiene, una situación que repercute en 802 millones de alumnos.
Las dos regiones donde la cobertura de servicios básicos de saneamiento e higiene en las escuelas sigue siendo inferior al 50% son África subsahariana y Oceanía; la primera es la única zona donde el servicio básico de agua potable en los colegios todavía está por debajo del 50%.
Para lograr la cobertura universal en las escuelas en 2030, es necesario multiplicar por 14 los actuales índices de progreso en materia de agua potable, triplicar los destinados a saneamiento y quintuplicar los de higiene.
La situación todavía es más compleja en los países menos adelantados y en los entornos vulnerables ya que para alcanzar la cobertura universal de los servicios de saneamiento en las escuelas para 2030 requeriría multiplicar por más de 100 y por 50 los respectivos índices de progreso actuales.
Escasa preparación en las escuelas para los menores con discapacidad
El estudio señala que tan solo un número limitado de países informó sobre la prestación de servicios de agua, saneamiento e higiene accesibles para las personas con discapacidad en las escuelas.
Los nuevos datos nacionales demuestran que la cobertura es baja y varía mucho entre los niveles escolares y las ubicaciones urbanas y rurales, y que es más probable que las escuelas tengan servicios accesibles de agua potable que de saneamiento o higiene.
En la mitad de los países de los que se dispone de datos, menos de una cuarta parte de las escuelas contaban con baños accesibles para personas con discapacidad. A modo de ejemplo, ocho de cada diez escuelas yemeníes tenían servicios, pero sólo una de cada 50 contaba con retretes accesibles para personas con discapacidad.
En la mayoría de los países que reportaron sobre esta cuestión, las escuelas tienen más probabilidades de contar con infraestructuras y materiales adaptados -como rampas, tecnología de apoyo y material didáctico- que baños accesibles para personas con discapacidad.
En El Salvador, dos de cadacinco escuelas tienen infraestructuras y materiales adaptados, pero sólo una de cada 20 tiene inodoros accesibles para discapacitados.
Reacciones al informe
La directora de Agua, Saneamiento e Higiene y Clima, Medio Ambiente, Energía y Reducción del Riesgo de Desastres de UNICEF, Kelly Ann Naylor, subrayó que todavía hay demasiados niños que en sus escuelas carecen de agua potable, inodoros limpios y jabón, una situación que dificulta el aprendizaje.
“La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto la importancia de proporcionar entornos de aprendizaje saludables e inclusivos (…) El camino hacia la recuperación pasa por equipar a las escuelas con los servicios básicos para luchar contra las enfermedades infecciosas ahora y en el futuro”, enfatizó.
Una opinión que respaldó la directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS cuando apuntó que el acceso al agua, el saneamiento y la higiene no solo es esencial en la prevención de esas afecciones, sino que también es un requisito indispensable “para la salud, el desarrollo y el bienestar de los niños”.