Los dos sarcófagos antropomorfos de plomo encontrados en el interior de la catedral de Notre Dame de París (Francia) en marzo y mayo de este año, pertenecen a un reconocido sacerdote y a un jinete de clase alta, anunciaron este viernes los investigadores franceses encargados de analizar los antiguos restos.
Las tumbas fueron desenterradas durante los trabajos preparatorios para la reconstrucción de la nave central de la catedral, que se derrumbó por el incendio sufrido en abril de 2019.
Les voilà : les sarcophages trouvés à la croisée du transept de Notre-Dame, qui ont commencé à livrer leurs secrets à l’Institut médico-légal de Toulouse. L’un des défunts a été identifié : il s’agit d’Antoine de La Porte, chanoine de l’église mort en 1710. L’autre reste inconnu. pic.twitter.com/q9Gr6rsjdG
— Marine Benoit (@marin_eben) December 9, 2022
Situados junto al coro de la nave, en diferente ubicación y profundidad, los dos sepulcros se encontraban en buen estado de conservación. El primer sarcófago, que data de entre el siglo XIV y finales del siglo XVII, contiene los restos de un hombre embalsamado cuya identidad aún no se ha establecido.
El antropólogo de la Universidad de Toulouse III, Eric Crubéry, quien participó en la investigación, dijo que el individuo habría muerto entre la edad de 25 y 40 años, probablemente a causa de una meningitis crónica ligada a la tuberculosis.
Tumba para la élite
Los análisis de los huesos revelaron que “practicaba la equitación desde joven” y un regular manejo de armas. Se cree que fue una persona de alto rango, rica y privilegiada, porque “solo el 4 % de la nobleza […] tenía la posibilidad de ser embalsamado o ser enterrado en un ataúd de plomo”, explicó Crubéry.
El segundo sarcófago tiene una placa de bronce con una inscripción que hace mención a un influyente sacerdote identificado como Antoine de La Porte, quien murió el 24 de diciembre de 1710 a la edad de 83 años. El análisis de sus restos confirmó que se trataba de un venerable eclesiástico que llevaba un buen estilo de vida.
Los entierros en la catedral de Notre Dame se practicaron durante todo el período medieval y contemporáneo. El lugar donde fueron encontrados los dos sarcófagos era muy popular entre los notables y los canónigos, explicó el jefe de las excavaciones Christophe Besnier. “Más de 300 personas fueron enterradas en Notre Dame” y este tipo de entierro estaba “reservado para la élite”, señaló.