Un niño británico que estaba en muerte cerebral desde hace cuatro meses, y cuyos padres libraron una larga batalla legal para evitar que le desconectaran los equipos de soporte vital, falleció este sábado a los 12 años de edad, informa The Guardian.
Se trata de Archie Battersbee, quien fue encontrado inconsciente en su casa en abril. Desde entonces estaba en coma e internado en un hospital de Londres (Reino Unido), debido a una lesión cerebral. Se cree que sufrió la lesión mientras participaba en el reto viral de TikTok conocido como el ‘desafío del apagón’.
Al anunciar la muerte de su hijo, Hollie Dance, aseguró sentirse la “mamá más orgullosa del mundo”, puesto que Archie “luchó hasta el final”.
Los médicos habían diagnosticado muerte cerebral, pero sus padres querían mantenerlo con soporte vital. En julio, un tribunal concluyó que el pequeño “no tiene esperanza” de recuperarse, y que lo mejor para él es detener la atención médica. “Continuar el tratamiento es inútil, solo sirve para prolongar su muerte”, declaró el juez.
La familia emprendió un largo proceso judicial, con numerosas apelaciones ante distintos tribunales con la intención de impedir que el hospital retirase los aparatos que mantenían al menor con vida. El último esfuerzo en ese sentido quedó agotado este viernes, después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos diera la razón al hospital.