Cuando se piensa en el Coliseo de Roma, es fácil imaginar cruentas batallas entre gladiadores, esclavos o incluso entre temibles y feroces bestias exóticas, una categoría en la que habitualmente no consideraríamos incluir a los perros salchicha. Sin embargo, recientes investigaciones arqueológicas demuestran que estos alargados y simpáticos canes participaban en los espectáculos que ahí se presentaban.
Según comentó Alfonsina Russo, directora del Coliseo, al periódico The Daily Telegraph, recientes excavaciones han puesto al descubierto en los desagües que corren por debajo del Anfiteatro Flavio, de unos dos mil años de antigüedad, una serie de restos óseos de pequeños perros similares al perro salchicha moderno.
De acuerdo a Russo, estos animales podrían ser los ancestros de los actuales ‘dachshund’, una raza que evolucionó y adquirió su aspecto actual en el siglo XVIII. “Tenían menos de 30 cm de altura. Creemos que podían haber sido utilizados para realizar trucos acrobáticos como los que se ven en un circo hoy en día. O puede ser que se utilizaran como parte de cacerías escenificadas o incluso que se lanzaran contra osos y animales de ese tipo. No lo sabemos con seguridad”, detalló.
Del mismo modo, agregó, también han sido encontrados huesos de perros grandes, así como de leopardos, leones, osos y avestruces, entre otros animales. Además, han sido recuperadas más de 50 monedas de bronce de la época romana tardía, y una moneda conmemorativa de los 10 años de Marco Aurelio como emperador, acuñada en plata alrededor del año 170.
Entre otros hallazgos importantes, destacó la funcionaria, se encuentran restos de los aperitivos que los espectadores disfrutaban dentro del Coliseo, que van desde aceitunas y frutos secos, hasta semillas de cerezas, melocotones, higos, uvas y melones. Elementos que arrojan nueva luz sobre la vida en las gradas del antiguo recinto.