Un comando armado abrió fuego y detonó explosivos este domingo en el interior de una iglesia católica del suroeste de Nigeria, dejando a decenas de feligreses muertos, incluidos varios menores, y diversos heridos, recoge la agencia AP.
De acuerdo a Ogunmolasuyi Oluwole, legislador del estado de Ondo, el sacerdote que oficiaba el servicio en el momento del atentado fue secuestrado. A pesar de que se desconoce el número exacto de víctimas fatales, el político estimó que fueron al menos 50, aunque medios locales indican que esta cifra podría ser aun mayor.