El 30 de diciembre de 2004, Lautaro Reinoso sobrevivió a la tragedia de Cromañón, en Buenos Aires, Argentina, aún cuando dejó sus últimas bocanadas de aire en el intento por sacar a sus amigos de la oscuridad. Años después, Oscar Reinoso, su papá, fue diagnosticado con un cáncer terminal y le amputaron una pierna. Oscar, como su hijo, también deja cada día sus bocanadas de aire en el entrenamiento por cumplir su sueño: ganar el Mundial de Surf.
Oscar tiene 61 años y cuatro hijos, Micaela (39), Lautaro (37), Alan (31) y Evelyn (30). “Todos ellos pasaron por momentos terribles. Micaela sufrió un ataque de epilepsia y su presión arterial ascendió a 24, Alan se salvó de una meningitis extremadamente compleja, Evelyn se cayó desde un tercer piso y sobrevivió, como Lautaro en Cromañón”, cuenta el surfista, no como quien se acostumbra, sino como quien no se deja derribar.
“El deporte, las distintas actividades que apasionan a cada uno, nos abrazó en los peores momentos”, dice Oscar en una charla exclusiva con TN, mientras entrena para clasificar en los distintos campeonatos de surf nacionales que le abrirán las puertas al Mundial. Antes, practicó de todo: vóley, fútbol, tenis, boxeo y hasta es cinturón negro de taekwondo.