El ‘Indio del Hoyo’, el último indígena de una etnia desconocida que vivía en aislamiento voluntario en Brasil, fue hallado muerto la semana pasada, según informaron las autoridades este fin de semana.
La información fue publicada por la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), que lo monitoreó durante 26 años y lo protegió a través del Frente de Protección Etnoambiental Guaporé, en el estado de Rondonia, en la región norte del país.
El también conocido como ‘Indio Tanaru‘, nombre de un río y de una reserva indígena establecida en 2005, era el único superviviente de su comunidad de etnia desconocida. Se presume que sus compañeros fueron asesinados durante un ataque perpetrado por granjeros en 1995.
La consejera de la Asociación de Defensa Etnoambiental Kanindé, Walelasoetxeige Paiter Bandeira Suruí, conocida como Txai Suruí, escribió en su cuenta de Twitter que la muerte del ‘Indio del Hoyo’ era un “genocidio más en Brasil” y lo catalogó como un “símbolo de la resistencia porque se negó hasta sus últimos días a tener contacto con los no indígenas”.
Morre o último homem de um povo. Mais um genocídio no Brasil. O “índio do buraco”, como era conhecido, símbolo de resistência pois negou até seus últimos dias o contato com o não-indígena é encontrado morto, paramentado como soubesse que sua morte estava próxima. pic.twitter.com/aAFLds2Sn9
— Para Yvoty 🪶 (@walela15) August 27, 2022
Los hallazgos
El cuerpo fue encontrado en su hamaca, dentro de su choza en la mencionada reserva indígena, el pasado 23 de agosto. El hallazgo ocurrió durante la ronda de monitoreo y vigilancia territorial hecha por el equipo del Frente de Protección Etnoambiental (FPE) del municipio de Guaporé (Río Grande del Sur) y la Coordinación General de Indios Aislados y Contactos Recientes (CGIIRC, por sus siglas en portugués).
Según informaron, no había rastros de la presencia de personas en la zona, no se detectó ninguna marca en el bosque durante el recorrido ni había signos de violencia o de lucha.
De la misma forma, los enseres, utensilios y objetos utilizados habitualmente por el indígena permanecieron en sus lugares correspondientes.
En el interior de la cabaña, que fue numerada por la FUNAI como la número 53, había dos fogones. El patrón arquitectónico de la vivienda del ‘Indio del Hoyo’ presentaba una sola puerta y un agujero dentro de la casa.
Según el indigenista Altair José Algayer, citado por Amazonia Real, este tipo de hoyo podría tener “un valor místico para los indígenas”.
El examen forense realizado en el lugar donde ocurrió la muerte estuvo a cargo de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Criminalística (INC). Se utilizaron además drones y un escáner 3D.
En el sitio se recogieron vestigios y el cuerpo de la víctima, que serán analizados por el INC.
En 2018, una agencia brasileña captó imágenes únicas del ‘Indio del Hoyo’ que fueron difundidas por distintos medios de comunicación. En el registro se veía a un vigoroso hombre de unos 50 años, vestido con taparrabos, que daba machetazos a unas plantas.
Según se informó en esa oportunidad, cazaba con arco y flecha y con trampas cerdos salvajes, pájaros y monos.